La otra perspectiva de las cosas.

¿Qué ves? Un problema

¿Qué ves? Una oportunidad

Cuando aquello que se ve es un problema, pareciera que se dispara el chip de “buscar una solución”.

Cuando aquello que se ve es una oportunidad, puede que se disparen algunas preguntas ¿Para qué? ¿Qué puedo hacer?

Cuando una pareja se separa, hay distintas actitudes que pueden tomarse frente a la situación y ello determinará el camino a recorrer.

La separación la puedo ver desde aquello que dispara respecto de mi o desde la persona de la cual me separo.

Perspectivas posibles que tienen que ver conmigo:

¿Qué extraño de mi cuando estaba en pareja?

¿Cómo estoy  anímicamente?

¿Hubo algún momento durante la convivencia en que la “pasé bien”?

¿Qué hice para que estuviéramos “bien”?

¿Qué no hice para que estuviéramos “bien”?

¿Qué puedo hacer hoy  que estando en pareja no podía hacer?

¿Qué quiero? ¿Qué deseo?

Perspectivas posibles que tienen que ver con el otro:

¿Por qué me dejó?

¿Por qué no me quiere? Si hice todo lo que él quería.

¿Qué puedo hacer para que vuelva?

¿Qué puedo hacer para que me valore?

¿Qué puedo hacer para que reconozca todo lo que hice por nuestra famlia?

Mi trabajo y mi ascenso laboral siempre fueron un problema ¿Y si dejo mi trabajo?

Podemos ensayar algunas preguntas para aclarar:

¿Importa quién dejó a quién? Pareciera que ello, no altera el resultado final que es la separación.

¿Importa cómo fue la separación? Tampoco,  pareciera que esto alterará el  resultado final que es el cese de la conveniencia.

Enroscarnos en estas cuestiones podría llevarnos a continuar esa lucha de poder que en definitiva determinó la necesidad de la separación.

La separación es un hecho triste porque marca el fin de proyecto que no pudo ser del modo en que se había imaginado.

Esto da lugar a un  espacio vacío al lado nuestro.

Frente al vacío hay muchas alternativas, esbozo algunas que se me ocurren:

Buscar llenarlo rápidamente.

Mirarlo y ver qué pasa si transcurro un tiempo con él. ¿Qué puertas se abren ante esta situación inédita?

Dar lugar a las emociones  qué me produce la separación: incomodidad, tristeza, nostalgia, angustia, dolor, ansiedad.

Mirar para otro lado porque no estoy preparado para afrontarlo.

La separación puede ser un problema o una oportunidad, un castigo o un premio, una maldición o una bendición,  cada uno elige como quiere mirarla.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *